Antonio Martínez Mengual - Fotografía de José Carlos Nievas
«La
sensibilidad es como un filtro por el que pasa todo»
Antonio
Martínez Mengual
por Ariana G. Company
El proyecto
El proyecto de Antonio Martínez Mengual (Murcia, 1948),
titulado Lo incierto, surge de una experiencia sensorial y de un lugar en
Grecia denominado Eleusis, una «referencia a la historia de la mitología y a la
diosa Deméter, venerada en el lugar», explica el autor.
Su visita a la ciudad griega, en varias ocasiones, le ha
permitido elaborar un amplio proyecto pictórico del que mostró una selección en
la galería murciana Chys hasta el pasado 28 de febrero, un conjunto de obras
cuyo diálogo se extiende desde la arquitectura de la sala hacia el estudio del
artista, donde reposan los trabajos preparatorios, bocetos, esquemas, notas,
libros y fotografías, fruto de una extensa investigación.
Las partes que componen la exposición son cinco, «la primera,
formada por personajes representados alrededor de una figuración; después, un
espacio que se corresponde con un lugar exacto denominado Pozo de Eleusis; la
serie Nocturno; las abstracciones, tituladas El secreto de las palabras y, por
último, Misterio, el episodio final», aclara, que resume la idea de la muestra.
Pero la visita comienza en el exterior, en el escaparte, donde se exhibe «un
paisaje real, una colina con un área arqueológica muy grande que el visitante
va recorriendo por partes»; es la obra Rumor antiguo I, una invitación o
introducción al tema.
«La figuración está ahí como está aquí –afirma señalando
una obra- y después hay un espacio más abstracto, una arquitectura de un templo
imaginado y derruido, que también controla la mirada por los colores amarillos,
dorados, y su combinación con el negro que se convierte en verde y juega con la
estructura», advierte. El color amarillo marca el inicio del recorrido porque
aquí la pintura emociona y produce sensaciones: «es un color que a veces está maldito,
pero yo lo considero básico y fundamental para elaborar un trabajo».
Serie "Lo Incierto" (Collage s/papel 50x35 cm)
El uso del color
La obra de Martínez Mengual juega «a sentir la sinestesia
–escribe el poeta ciezano Daniel J. Rodríguez en el texto del catálogo editado
con motivo de la exposición-. Los pigmentos actúan como palabras que acarician
la perfección del verso; el poema torna a luz remota donde el verbo se
convierte en un rojo intenso y el adjetivo transmuta en el último azul manchado
por la espuma. Aquí el suave susurro del pincel cuando rasga el lienzo deriva
en una remota melodía, cantada por los hombres del pasado».
«¿Por qué hay tanto negro y gris?, dirás»- pregunta
Mengual. «Porque el episodio es dramático. El origen es una tragedia. Es un
secuestro. Pero, ¿quién la secuestra? Ares, dios del inframundo, entendido no
como el infierno sino como la parte oculta de la tierra –constata. La hija no
está aquí representada porque la tragedia se centra en la madre», sostiene.
Sin embargo, en esa referencia al inframundo no está
latente el componente filosófico: «la filosofía viene después. Es el paso
siguiente; cuando empieza a celebrarse el culto a la diosa se origina una
filosofía de la vida», aclara.
Las fuentes de este proyecto nos conducen a Ovidio y los
Himnos Homéricos, que sirven al artista como base teórica, cuya investigación
se completa con las visitas al lugar: «ahí aparece lo sensorial, lo filosófico
o lo místico, porque hay un sentido de las cosas, de la vida».
Un concepto muy amplio
que concreta en las obras «básicamente trabajando y tratando de retener esos
pensamientos, escribiéndolos o elaborando el trabajo –dice. Son pequeños
capítulos (personajes, palabra o tipos distintos de figuración) y mientras
trabajas vas pensando qué emoción me produjo, qué me pasó en aquel sitio, qué
palabras son las que he leído. Trabajo sobre una mezcla de interpretaciones e
información. Y también imagino, porque ese Nocturno es imaginado».
«Tienes que dejarte llevar por el cuadro porque también impone sus ritmos y su idea»
Serie "Antorchas" (Acrílico s/papel 100 x70 cm)
[Sentado frente a mí en la galería se muestra relajado. El
respaldo de tela de las sillas nos ayuda a adoptar una posición cómoda. De vez
en cuando nos interrumpen las voces que entran y salen de la sala, pero no
eleva la voz sino que la aparta, girando la cabeza. Su tono es suave,
agradable, como el grácil gesto de sus manos. Susurra y aprieta las rodillas
con fuerza, y sonríe, sonríe sin cesar].
Desde esta melodía cromática, la emoción es un componente
clave. «Es el origen. Estás allí descubriendo que desde tiempo inmemorial y
durante siglos se ha celebrado una ceremonia que ha permitido el mantenimiento
de la veneración de la diosa y el reconocimiento de la tierra, del mundo, que
ella otorga a la humanidad al enseñarnos el cultivo de la agricultura,
especialmente del cereal».
«Tienes que dejarte llevar por el cuadro porque también impone sus ritmos y su idea»
Antonio Martínez Mengual - "Andante 001"
Texturas y técnica
«¿La imaginación conecta con el plano de la abstracción de forma directa?» -pregunto. «Sí, pero la imaginación tiene que estar desde el
principio, para la creatividad, para tener el estímulo de buscar tu lenguaje y
usarlo para formar la arquitectura de las obras».
Asegura el autor que también existe un factor sorpresa:
«tienes que dejarte llevar por el cuadro porque también impone sus ritmos y su
idea. No sé si es el cuadro o tu cabeza, tu cerebro, que a veces no controlas.
Y también los materiales» –en esta ocasión, acuarelas sobre papel y óleos sobre
lienzo, componen este proyecto.
El empleo de la técnica en óleo permite diversos efectos,
«consigues diferentes texturas al superponer capas de óleo, o bien con pequeños
toques de pincel o con la utilización de paletinas grandes que te van
estructurando el cuadro, como esos rojos de ahí [señala la obra Misterio]. Son
superficies que van componiendo el plano de la abstracción. Si me preguntas por
qué hay tanto rojo te diré: por la tierra, por la fertilidad. Y sobre los
verdes, la referencia a la naturaleza es obligada en mi obra».
Observamos una gran sensibilidad en las piezas del artista,
una extensión de su personalidad y de su compromiso medioambiental: «siempre
hay que poner sensibilidad. Es como un filtro por donde pasa todo. A veces
inconscientemente sale. Tú estás trabajando y al final de la jornada te das
cuenta de que hay un área donde has puesto una sutileza, más cuidado, más
atención. La sensibilidad siempre tiene que estar, aunque sea una materia
gestual; si no pasa por la sensibilidad no me serviría. Si no me sirve a mí, no
tiene sentido».
"Iniciado II" (Técnica mixta s/papel 100x70)
«No confío mucho en hallazgos sorprendentes, aunque luego
te sorprendan»
Cómo se enfrenta al cuadro
«Si no te vas a quedar conforme con lo que vas a
hacer-añade-, entonces no sigas por ese camino. Es mejor parar, reflexionar o
dejar un tiempo para que se enfríe la cabeza y comenzar de nuevo o seguir otro
camino. Tanto en ese trabajo como en todo lo que he hecho en mi vida hay
sensibilidad, porque es importante para mí. No confío mucho en hallazgos
sorprendentes, aunque luego te sorprendan. Pero tiene que ser tu producto y
estar de acuerdo con lo que estás haciendo y luchar por conseguirlo. Es una
lucha personal entre tú y tu creación, entre tú mismo y el resultado final, que
debes de seguirlo de cerca, y en ese control, la sensibilidad es el gran filtro
por el que tú pasas. Si no lo ves, dices ¡qué horror!, pones el cuadro de cara
a la pared».
«Claro que se descarta obra -prosigue. Luego se insiste. Se
retoman [ríe]. Pero al principio dices ¡uf!, esto no es lo que quería»,
explica.
Martínez Mengual afirma sentirse muy bien con este
resultado: «intento disfrutar cada proyecto, y este especialmente, porque cuesta
mucho llegar al espacio final, cuando haces a tus hijos libres [refiriéndose a
los cuadros], permites que vivan, que sean ciudadanos, que sepan valorar lo que
tienen. Esta galería siempre me trata muy bien; a mí y a mis “hijos”. Es un
espacio amigo y de amigos».
De la figuración a la abstracción
Su pintura es reposada pero mantiene una gran fuerza; para
conseguir eso, su método de trabajo es «empezar de forma figurativa buscando
una forma, una figura, un paisaje; y el paso siguiente es analizar lo que has
hecho y darle sentido al tema. A veces me detengo en un espacio como las
granadas, como el caballo, o como las caras que te están diciendo algo. No de
forma detallada o figurativa, pero sí te están diciendo qué elemento es.
Después hay otros, como la palabra, donde piensas ¿cómo interpreto yo esas
palabras? Porque tienen un contenido, una filología; entonces aprieto el
acelerador y busco la abstracción, lo que creo que decimos con las palabras
también».
Serie "Antorchas" (Acrílico s/papel 110x70 cm)
En este ejercicio semiológico, «estás viendo un cuadro pero
también estás leyendo un poema, son palabras. El equilibrio está en
conseguirlo. Pero el espectador también puede interpretarlo aunque no tenga
esta información que estamos comentando. Entras aquí y ves la exposición;
muchas personas lo han hecho, incluso de otros países, que no coinciden en la
lengua y, quizá, tampoco en el pensamiento. Ese conocimiento no es obligatorio
para ver una exposición porque ante un cuadro una persona puede vibrar, sentir
una emoción, no tienes que entender la obra. Hay que perder el miedo de entrar
en los museos».
El autor no se refiere al significado final de la obra sino
«al mundo que había ahí, que está detrás: creo que eso es lo que queda en el
arte; si el artista ha conseguido expresarlo con su lenguaje y el espectador es
sensible al tema, algo quedará. Tú no eres el mismo después de contemplar una
exposición; tampoco somos los mismos al entrar y al salir del cine, porque ya
has entrado en diálogo con esa obra, sea la que sea».
El poeta Daniel J. Rodríguez define así la obra del
artista: «Estas últimas creaciones, fruto de la admiración, la lectura y la
destreza, han roto con el miedo ante lo incierto. Con la libertad del que solo
espera la experiencia de dialogar con el lienzo o con el papel, el artista se
ha lanzado a los más desconocidos orígenes sagrados de los griegos».
«A veces perdemos momentos de alegría porque no somos
capaces de sorprendernos»
Lo incierto, título de la exposición, se empapa de estas
palabras: «Daniel dice que me he atrevido a tocar ese mundo de lo incierto, por
un lado frágil y por otro desconocido, que genera emoción, sensibilidad,
locura, gestos, un mundo unido, una materia fundida a la que le vas dando
forma. Él hace referencia a mis manos, que contienen un fuego que va construyendo
el trabajo».
La muestra es una continuación de su proceder imaginativo y
técnico, pero en la búsqueda de cada proyecto afirma generar nuevas ideas:
«trato de meter alguna cosa nueva, como estos collages que son papeles de arroz
pegados sobre papel de algodón antiguo, que otorgan transparencia». Una
técnica, ligada a lo emocional, «que busca siempre una herramienta que se
corresponda con la idea: a veces he pintado con hojas o con unos pinceles que
hago yo mismo. Si necesitas una herramienta, la construyes».
Porque, en definitiva, hay una parte del artista en cada
obra: «te queda tu vida ahí puesta»; una metáfora también del tiempo que, en su
opinión, «no está valorado y debería ser la única moneda de nuestra vida».
«A veces perdemos momentos de alegría porque no somos
capaces de sorprendernos y, otras, no valoramos momentos de tragedia o de dolor
porque lo damos por conocido. Hablo de cosas políticas. Nos vamos moderando.
Como individuo te vas aletargando, te insensibilizas. Esos momentos de
integraciones y panteísmos entre la persona, la figura, el hombre y la
naturaleza, que es su origen y su muerte, no se valoran, y deberíamos hacerlo.
No voy a hablar del Mar Menor [sentencia, apesadumbrado]. No voy a hablar del
Mar Menor [repite con la voz silenciada, ahogada de emoción]. Porque el Mar
Menor que conocerán tus nietos es incierto».
+ Mengual
Antonio Martínez
Mengual acaba de cumplir 72 años y valora la salud: «es lo primero,
que diría mi abuela. Hay estímulos de la vida que te van diciendo que hay que
seguir. Termine o no con esta exposición, o en otro lugar, sigo trabajando, y
me gusta tener proyectos en marcha. No me gusta perder el tiempo. Me divierto
en el taller. Mientras se seca una cosa voy haciendo otra y eso genera un clima
de inquietud que te anima a trabajar», concluye.
Entrevista publicada el 27 de febrero de 2020 en Diario
La Opinión.
Las imágenes de la entrevista han sido cedidas por José
Carlos Nievas.
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